El Domingo pasado (16 de marzo) el arzobispo primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, revalidó la separación entre el poder político y la Iglesia católica, afirmando que la jurisdicción del reino de Jesús no rivaliza con la del gobierno.
El discurso se presentó en la Catedral Metropolitana durante la misa del Domingo de Ramos, actividad que da inicio a la Semana Santa, argumentando que por ningún motivo el mesianismo puede concebirse como intromisión en el poder del césar.
Las ratificaciones del señor arzobispo se han dado contrariamente a los actos que este y demás integrantes de las altas esferas del clero con respecto a la política y al favoritismo que se ha dado con algunos (malos) actores del régimen diplomático.
Sería importante que revisara lo ocurrido hace algunos años durante el gobierno del Presidente Juárez en las Leyes de Reforma, donde se presenta el punto de la separación de la Iglesia del estado y de los asuntos de este.
La Iglesia católica debería seguir sus ratificaciones sin desviación alguna hacia el camino de la contradicción.
1 comentario:
No veo enlaces de referencia y es muy general el post.
Saludos
RL
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